miércoles, 18 de agosto de 2010

63.

" Tonight I'm finding a way to make the things that you say just a little less obvious " - ATL.

63.

No sabía como demonios, Harry nos había convencido a todos de ir hasta París, lo habíamos pospuesto todo el tiempo posible, pero ya no nos quedaba de otra opción. Y allí estábamos en París, dos meses después de habernoslos encontrado en Bilbao. No podía decir que no me agradase eso, es más, estaba especialmente emocionada de estar en París con los chicos.
Apoyé mis manos sobre la valla del balcón y miré la torre Eiffel. En ese momento me gustaría gritarle al mundo el por qué las oportunidades se nos concedían cuando menos las necesitabamos. Suspiré y me quedé mirando esa preciosa torre iluminada, haciendo que mi mente se marchase lejos, muy lejos de allí, no sabía a donde, pero necesitaba pensar, plantearmelo todo bien, mejor que bien. Joder, había oportunidades que no se podían rechazar, porque cambiarían tu vida, bueno, todoas las oportunidades cambian tu vida de un modo u otro, y otras muchas, hacen que rompas promesas, y yo no sabía que hacer en esos momentos.
Joder, estaba bien como estaba, con los chicos, en París, con la plaza en la universidad, todo era perfecto... Y yo sabía que podía ser aun más perfecto o acabar todo en completas ruinas si tomaba o no esa oportunidad.
-Pensaba que no había nadie-susurró Dougie desde la entrada del balcón.-¿Te importa si...?
-No, pasa-respondí sin girarme.-Tampoco molestas tanto.
-Gracias.
Le noté situarse a mi lado, mirando hacia la torre eiffel también, era extraño, yo se suponía que no tenía que quererle más, pero él tenía un extraño poder por llamarlo de algun modo sobre mí. Nos quedamos allí, en silencio, el uno al lado del otro, sin rozarnos, sin mirarnos, sin hablarnos.
-Qué... ¿Qué tal te va con Frankie?-pregunté.
Una parte de mí me obligaba a no hacerlo, me gritaba que no quería escucharlo, y quizá tuviese razón, pero otra parte de mí, la que quería volver a llevarse bien con Dougie, me suplicaba que le preguntase, que por intentarlo no iba a perder nada, y yo quería volver a llevarme bien con Dougie, porque ambos queríamos eso.
-Bien-murmuró sorprendido.-Sigue por Estados Unidos y eso... ¿Y tú con Danny?
-Lo dejamos hace tres días-contesté mirando la torre.-Ambos confundimos amor con amistad, supongo que es lo que nos pasó a nosotros...
-Sabes que yo no confundí amistad con amor-dijo mirándome.-Pero vosotros os veis tan bien, quiero decir, no estáis enfadados, no discutis, seguís tonteando...
-Nos atraemos físicamente-respondí a su pregunta no formulada-.Pero eso no quiere decir que nos amemos.
-Ah, ya entiendo-susurró mirando la torre eiffel de nuevo.-Y tú... ¿Lo hiciste con Danny?
-Sí, igual que tú con Frankie-me encogí de hombros sin entender a qué venían sus preguntas.-Eramos novios. Los novios suelen hacer eso.
-Entiendo...-susurró mientras se revolvía el pelo con una mano.-¿Sabes? Aún recuerdo nuestra última vez.
Suspiré, y noté un nudo en mi garganta, genial, ahora Dougie se ponía melancólico, lo que menos necesitaba en esos momentos. Yo también recordaba nuestra última vez, nuestro último beso, nuestro último " te quiero ". Lo recordaba todo, cada detalle con él a la mejor calidad que fuera posible recordar algo.
-Fue nuestra primera reconciliación y nuestra última vez-suspiré y me coloqué un par de mechones detrás de la oreja mientras observaba a las parejas pasear debajo de nosotros.-Y luego, tuve que irme...
-Cierto, luego te marchaste-se giró mirándome.-Y te perdí por segunda vez, porque te necesitaba conmigo y tú no estabas, y cometí un montón de errores que contigo no hubiesen sucedido nunca.
-Cállate-murmuré.-Cállate, Dougie. ¿Vale? Fuiste tú quien decidiste irte con Frankie-me giré para mirarle.-No, no podías pretender que te perdonase de la noche a la mañana, a la gente le cuesta su tiempo cicatrizar heridas, ¿sabes? Y yo, joder, yo realmente quiero volver a llevarme igual que antes contigo, pero como amigos, Dougie.
-Está bien-sonrió levemente, y estiró la mano.-¿Amigos, entonces?
Yo asentí con la cabeza y estreché su mano, pero él tiró de mi hacía si mismo, y me abrazó, y yo respondí a su abrazo, porque le necesitaba, allí, conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario