miércoles, 18 de agosto de 2010

61.

" I remember how you taste " -ATL

61.


-Venga, Nekane, tampoco te arregles tanto-exclamé mirándola.
No paraba de observarse en el espejo, retocarse el pelo o el maquillaje, estaba realmente nerviosa, podía notarlo. Se giró para mirarme, como si me estuviese pidiendo el visto bueno. Desde que Harry le había dicho que tenían que ir a cenar juntos y que habían cambiado la fecha del concierto por ella, Nekane estaba aun más orgullosa y más nerviosa.
-A ver, relaja-murmuré haciéndola sentar en la cama.-Tus padres se han ido. Harry te viene a buscar en media hora. Relajate por favor...
-Ya pero... No puedo, ¿qué crees que me va a regalar?-preguntó mirandome a los ojos.
-Un buen polvo para desestresarte, lo necesitas-comenté, y ella me dio una colleja mirándome mal.-¿Qué? Es la verdad, ya verás...
Me tiré en la cama supletoria mientras ella seguía caminando de un lado para otro, no podía quedarse quieta, yo sólo rogaba al cielo porque Judd apareciese pronto, si no, a Nekane le iba a dar algo.
Por fin, tocaron al timbre, y Nekane casi salió corriendo hacia la puerta, yo fui detrás de ella riéndome, se llevó por delante un montón de muebles, y empezó a gritar preguntado quién los había pues ahí, pero cuando por fin llegó a la puerta se calmó por completo. Judd estaba guapísimo, llevaba un traje y sonreía alegre. Les obligué a que se marchasen, y detrás de Harry apareció Danny, que los vió bajar sonriente.
-Hola-saludé mirandole desde la puerta.-¿Soy invisible o algo?
-Que va-respondió cogiéndome de la cintura y besándome.-¿Y qué vamos a cenar?
-¿Pizza?-le miré sonriéndo.
-Sí, es una buena opción-murmuró mientras besaba mi cuello con suavidad.-¿La pides?
Asentí y me separé de él mientras cogía el teléfono y llamaba al telepizza, pero Danny no quería estarse quieto, besó mi cuello y lo mordió, se lo estaba pasando en grande mientras yo pedía la pizza. Colgué el teléfono y giré en sus brazos mirándole.
-¿No puedes esperar a que cenemos?-pregunté rozando sus labios con los míos.-Tengo hambre.
-Y yo, pero de ambas cosas-rió y besó mi frente.-¿Y si ponemos una película?
Asentí a su pregunta y le llevé hasta el salón.
Estuvimos viendo un par de películas mientras cenabamos, y después, Danny insistió en que quería ver el dormitorio de Nekane para cotillearlo. Así que no me quedó más remedio que llevarme, me senté en la cama supletoria mientras él miraba por la ventana, miraba las guitarras y demás.
-Es bonita-dijo simplemente, y después se sentó a mi lado.-Pero no te gana.
Le abracé y besé su mejilla, luego, finalmente, me tumbé.
-¿Tú que crees que estaran haciendo Harry y Nekane?-preguntó Danny mientras se tumbaba conmigo en la cama supletoria y me miraba sonriente.
-Darle ejercicio a los muelles del colchón-respondí y ambos reímos.
-A lo mejor deberíamos empezar a hacer lo mismo, ¿no?-murmuró mientras besaba mi cuello.
Reí y le besé, y él me respondió, con necesidad. Lentamente, se situó encima de mí, mientras sus manos se colaron por dentro de mi camiseta, acariciando mi piel. Le quité la camiseta como pude, mientras él desabrochaba mis pantalones, estabamos en ello, cuando mi móvil sonó, así que miré quién era, Tom, pero ante las negativas de Danny, respondí.
-Tom... ¿Por qué me llamas?
-Creo que Judd y Nekane han roto la cama, Nat...
Lo tenía en manos libres, así que Danny y yo nos miramos y empezamos a reírnos.
-Iba a decirte que menuda manera de cortar el rollo, pero es que es demasiado buena joder.
Danny seguía riéndose, se quitó de encima de mi y se tumbó en la cama, mientras se carcajeaba, era tan mono cuando se reía. Me quedé mirándole mientras Tom seguía hablando.
-Va enserio Nat-repitió Tom.
-A ver, vale que Nekane está gorda, pero ¿para romper una cama?
-Ha sido la pasion del momento, joder-exclamó Danny mientras intentaba quitarme el telefono.-Vale. If you listen to the things that your friends say you're gonna be lonely...
Lo último lo tarareó mientras se levantaba de la cama, pero le agarré y cayó encima de mi.
-Tom, luego hablamos-comentó Danny mientras colgaba el teléfono.-¿podemos continuar?
-¿Así que lonely, eh?-reí mientras besaba su cuello.-¿Muy lonely?
-No demasiado-rió y continuó besándome.-No puedes imaginarte las ganas que tenía de ti.
Fue sólo un susurro, pero consiguió que se me erizara la piel. Poco a poco, con suavidad, sin prisa, la ropa fue acabando en el suelo de la habitación, y poco a poco, él fue entrando en mí, hasta que finalmente, sólo fuimos uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario