martes, 17 de agosto de 2010

56.

" It's my generation. " - Simple Plan.
56.

Pasó la semana, no recibí ni una llamada de Dougie, ni una. Empecé a enfadarme, me picaba por todo, y sobre todo, la pagaba con mi hermano, y él, pobre, no podía decir nada. Suspiré y me dejé caer en la cama con el libro de historia abierto por la revolución industrial, qué divertido. Había acabado los exámenes, las últimas dos semanas de Mayo serían para los que tuviesen que hacer recuperaciones, pero yo había sacado todo, con buenas notas, no excelentes, pero sí lo suficiente como para pasarme al menos un mes de verano sin hacer nada. Pero me conocía, si no empezaba pronto, acabaría por no empezar, y entonces...
Suspiré, no me apetecía ni imaginarmelo, y encima los ojos se me cerraban de cansancio, ¿qué hora era? ¿Las doce y media de la noche? Podría ser, me había pasado toda la tarde estudiando la revolución industrial, y no había parado si quiera a comer algo. Suspiré de nuevo, y decidí ir a darme una ducha, seguro que eso me despejaría y podría dormir más relajada.
No tardé mucho, en media hora estaba fuera, con el pijama puesto y el móvil vibrando. Contesté al ver que era Nekane, estaba muy emocionada, al parecer McFly iría a Bilbao a dar un concierto en dos semanas, y Nekane quería que fuese a su casa lo más pronto posible.
-A ver...-suspiré y miré el techo.-Sí, podría ir antes de lo previsto, pero tienes que reservar las entradas, si no, no podremos ir. Y además, tendríamos que conseguir unos pases de estos para los backstage, y no sé si sería posible, aunque quizá si hablo con Tom...
-Sí, eso!-exclamó.-Tú habla con Fletcher, convence a tus padres, ¡¡yo mañana acabo el instituto!! Quiero decir, acabo de los exámenes, porque lo que queda es para las recuperaciones pero... ¿Vendrás?
-¡¡Claro!! Recuerda, tengo dieciocho!!-reí de nuevo. Ais... Mi fiesta de los dieciocho, qué recuerdos.- Bueno, entonces tú, bichejo, que estaré allí para tu cumpleaños-exclamé divertida.-Vale, bien... Si consigo billete para el tren, salgo el sábado de la semana que viene, pero no te prometo nada... Últimamente estoy de mala hostia y lo pago con Alexander... A lo mejor me lleva él y así tenemos tiempo para hablar en el coche... Bueh, te dejo, es tarde, llevo todo el día estudiando, y va a ser mejor que me acueste.
-Sí, ya decía yo que esa voz tan rara tenía que ser por falta de sueño-se burló.-¡Qué descanses, Obviously!
Y colgó.
Dejé el teléfono en la mesilla, y no tardé demasiado en quedarme dormida.

A la mañana siguiente lo primero que hice fue hablar con mi hermano, mis padres estaban trabajando, así que él era el único que estaba en casa ese sábado. Me asomé por la puerta del salón y él me vio, hizo ademán de levantarse e irse pero le pedí que se quedase.
-Sé que me y he portado fatal contigo...-susurré mientras me sentaba a su lado.-Pero han pasado ciertas cosas...
-Ciertas cosas que a los hermanos no se le pueden contar...-continuó él sonriendome.
-Y me gustaría saber si serías tan amable de llevarme a Bilbao... A casa de Nekane, la chica que estuvo conmigo en Autralia-expliqué.-Su cumpleaños va a ser muy pronto, y me gustaría mucho ir con ella. Además, yo no tengo que recuperar nada y tú podrías darle el justificante a mi tutor.
Alexander me miró raro, se paso una mano por su pelo negro, revolviéndolo distraído mientras analizaba todo lo que yo le había dicho, entendería que no me quisiese llevar a Bilbao después de lo mal que me había portado con él, la verdad.
-Está bien-dijo finalmente y me sonrió.-Con la condición de que estudies y de que esa fiesta no sea taaaaaaan rebelde como la tuya. Aun me acuerdo de Alicia teníendo que quedarse a dormir aquí porque no podía mantenerse en pie.
Ambos reímos, ese día había sido todo un espectáculo. Pero a Alicia no le pasó nada al final, se cogió una borrachera importante, pero bueno, Alex era todo un experto en eso. Sonreí y le abracé agradeciéndoselo.
-Anda, quédate a ver una película de miedo con tu hermanito, que me tienes abandonado por la revolución francesa o industrial, o lo que sea eso-murmuró mientras me abrazaba y ponía una película de miedo en la televisión.
Bilbao, allá voy; fue lo último que pensé antes de que la película empezase.

No hay comentarios:

Publicar un comentario