lunes, 2 de agosto de 2010

24.

"Just another reason I could never forget you" All Time Low - "Stella".

24.

Podía oir el agua de la ducha cayendo. Tardaría, o al menos eso esperaba. Suspiré y comencé a andar por la habitación, pensando que le diría, que haría. Estaba nerviosa, más que nerviosa. No sabía como afrontar eso, notaba mi estómago discutiendo con esas estúpidas mariposas que se habían decidido a crear su pequeña casita en mi estómago. Y creo que ni yo ni mi estómago queríamos permitir eso. Me pasé el dorso de la manga por los labios, estaba tan nerviosa que no sabía que estaba haciendo en esos momentos.
-¿Danny?-la voz de Dougie desde el interior del baño fue como un interruptor para mí.
Me levanté y caminé hasta la puerta de la habitación, intentando hacer el menor ruido posible, tenía la mano ya en el pomo de la puerta, y oí la del baño abrirse, quise salir corriendo, pero me bloqueé. Me quedé paralizada.
-¿A dónde vas?-inquirió su voz desde mi espalda.
Me giré mordiendo mi labio. No podía mirarle, no tenía el valor suficiente, después de haberme marchado de ese modo... Le miré y le vi sonreír, seguía igual, nadie cambiaba demasiado en un mes, ¿no? Estaba, incluso si era posiblem mucho más guapo.
-¿No me vas a dar un abrazo?-inquirió caminando hacia mí.
Su pelo goteaba, y esas gotas de agua caían lentamente por su torso desnudo, perdiéndose en la toalla que rodeaba su cintura, él se percató de ello.
-Espera, voy a cambiarme-me guiñó un ojo y volvió a meterse en el baño. Apoyé mi espalda contra la pared, y respiré un par de veces. Cinco minutos después, Dougie Poynter volvía a quedarse detrás de mí, con unos vaqueros y una camiseta blanca de tirantes.- Ahora, sí.
Sonrió sin dejarme decir nada, y me abrazó, pegándome a él, notaba como su pelo seguía goteando y mojando mi pelo lentamente. Reí cuando sus manos empezaron a hacerme cosquillas, y me revolví entre sus brazos. Dougie besó mi cabeza y me acompañó hasta la cama. Ambos nos sentamos allí, y nos quedamos mirándonos, como estúpidos.
-Y bien...-empezó mirándome, quería que yo empezase. Sabía que quería pedirle perdón por haberme ido así.
-Yo... lo siento-susurré mirandole.-No debí haberme marchado así, sin deciros nada...
-Lo dijiste-sonrió mirándome.-Quizá no intencionadamente. "Me voy a casa". Fue por tu tono de voz, o por tu rostro, mostrabas demasiada preocupación contenida, y entonces supe que algo iba mal.
Se tumbó por completo en la cama y apoyó su cabeza en mis piernas. Le acaricié el pelo, perdiéndome en sus ojos, y en sus palabras. Tenía razón, ni si quiera yo me había dado cuenta de todo eso.
-¿Sabes qué es lo peor?-inquirió mirándome. Ante mi negativa, sonrió divertido y continuó.-Que aquella tarde, iba a pedirte algo. Algo importante para mí. Y no pude, porque te fuiste antes de ver todo lo que yo te había preparado-rió algo nervioso.-Pero ahora no tiene caso que te lo diga.
Me encogí de hombros y besé su frente.
-A lo mejor ahora no-reí.-Quizá con el tiempo, vuelva a ser necesario para ambos que lo digas.
Él sonrió, se incorporó y me abrazó, de nuevo.
-No quiero que te vayas de nuevo-susurró en mi oído con dulzura.-No quiero que vuelvas a dejarme, no quiero que desaparezcas y después de un mes, volver a verte. Ni yo ni ninguno de nosotros quiere que ocurra de nuevo.
-No entiendo que quieres decir con todo eso, Doug.
-Queremos que te quedes con nosotros, aunque sea un mes más. Te necesitamos, Danny te necesita-su voz se apagó lentamente y se separó de mí, para mirarme a los ojos.-Sé que era lo que Danny había conseguido, antes de que te marchases. Me lo contó.
-Pero ha pasado un mes-suspiré y miré el suelo.-Él ha seguido con su vida, yo he seguido con la mía, Dougie. Y él sigue con Georgia, eso es, que mucho no me querría... Pero a mí ya no me importa, es su vida, es su novia. Yo sólo soy una chica más.
-Eh-negó con la cabeza y levantó mi rostro, para que nuestros ojos se encontrasen.-Eres más que otra chica, ¿vale? Eres mucho más que eso. Tenlo siempre presente, para nosotros, eres más que otra chica cualquiera. Para mí, no eres otra chica más, y para Danny, creo que tampoco. No quiero que te rayes la cabeza, ni que pienses cosas que no son porque...
-Sh, calla-sonreí y besé su mejilla.-Danny es agua pasada.
-Bien, entonces... ¿Vienes a cenar con nosotros?-sonrió dulcemente.-A las diez en esta misma habitación, te esperaremos aquí.
Se levantó y me acompañó a la puerta. Besó mi mejilla, con suavidad, revolvió mi cabello, y me abrazó, con más fuerza que antes, como si no quisiese soltarme.
-Prometeme que esta vez, no te irás-me miró a los ojos.-Que vendrás a cenar conmigo, aunque sea una última vez.
Yo asentí y besé su mejilla, con dulzura.
-Te lo prometo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario