miércoles, 4 de agosto de 2010

27.

"It never felt right calling this just friends" - All Time Low. "Walls".

27.

Me levanté de la cama, sonriendo como una estúpida, y abrí la puerta, pero mi sonrisa se borró al toparme con unos ojos azules. Me empujó al interior de la habitación, y cerró la puerta tras de sí. Yo no sabía que quería ahora, se suponía que debería estar en la habitación con Dougie, y no allí conmigo.
-¿Qué quieres Jones?-pregunté mirándole.
Él seguía en silencio, sólo mirándome a los ojos. Tenía un brillo extraño en ellos, como si necesitase decir algo, pero no supiese lo qué. Le miré, aguantando su mirada, esperando una respuesta coherente.
-A ti-contestó serio, sin apartar sus ojos de los míos.
-Tarde, lo sabes-respondí aguantando su mirada de nuevo.-¿Sabes por qué?
Él negó con la cabeza y caminó hasta la cama, sentándose. Me senté a su lado, mirándole.
-Porque si alguna vez me hubieses querido, habrías dejado a Georgia, y me habrías pedido salir, pero no.-Le miré con rabia.-Danny Jones no podía dejar a su famosísíma novia, porque Danny Jones debe estar con las chicas famosas para mantener su popularidad.
Él permanecía callado, escuchandole, mirandome.
-¿Sabes qué es lo peor? Que las haces creer que las quieres. Puedes querer mucho a Georgia-añadí antes de que replicase.-Pero si se te presenta una chica que no te quiere, que no te presta la más mínima atención... ¿Qué haces? Ah sí, ir a por ella. Sin importarte si estás con Georgia o con veinte chicas más. Porque lo que Danny Jones quiere, Danny Jones lo consigue. Pues siento decepcionarte, Jones. Yo no soy ningún trofeo ni nada de lo que puedas ir presumiendo. Como si me hubieses ganado en una partida de poker.
Él seguía sin hablar, supuse que asimilaba cada palabra que iba diciendo, cada frase que salía de mis labios, pero me había soltado, sólo me quedaba algo más que decir, y creo que eso, no me lo creía ni yo.
-Y se terminó-solté mirandole.-Entre tú y yo no hay nada, no hubo nada, y no habrá nada. Porque no vas a dejar a Georgia, y aunque lo hicieses, dos días después, estarías con otra chica más famosa. Pero no te ofendas eh, te lo digo con la mejor intención. Porque está claro que Danny Jones nunca podría enamorarse realmente de una chica normal y corriente. Eso, Jones, es lo que te diferencia de Dougie. Que Dougie quiere intentarlo, quiere hacerlo bien, y no estoy dispuesta a renunciar a él porque a ti te haya dado la gana ir detrás de mí, ahora que Dougie también va detrás de mí.
-¿Sólo amigos?-preguntó de pronto levantandose y tendiéndome la mano.-Es lo que quieres, ¿no?
Su voz sonaba fría, molesta, seria, serena. Como si todo lo que le acababa de decir no le importase lo más mínimo. Me levanté y estreché su mano con tranquilidad.
-Sólo amigos.
Él asintió y caminó hacia la puerta. Yo le seguí, movida por la culpa, y el arrepentimiento, quizá no le tenía que haber dicho todo eso, pero mi corazón había hablado en vez de mi razón. Y cuando el corazón habla, deja pocas posibilidades de razonamiento.
-Danny-murmuré, él se giró mirándome.-Siento todo lo que te he dicho. He sido demasiado...
-Sincera-terminó él.
Sonrió de lado, y me abrazó. Besó mi frente, mi mejilla, y mis labios. Con tranquilidad, como la primera vez que me besó. Y de nuevo, me dejé llevar un par de instantes, y después reaccioné. Giré mi rostro, y él besó mi mejilla de nuevo.
-Ese era el último, o al menos, eso esperas-susurró en mi oído.-A mi me gustaría que no lo fuese.
Se separó de mí, abrió la puerta y se marchó. Cerré y candé, y después me volví a la cama. Con un montón de pensamientos rodando por mi cabeza. Me puse el pijama y me metí en la cama.
Pero yo tenía una cosa clara; Quería a Dougie y Danny no significaba nada.
O eso esperaba.

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