martes, 13 de julio de 2010

1.

"The sun is in the sky and it's gonna be a glorious day." - McFly "Everybody Knows".

1.

Nunca me había imaginado estar allí, en el metro, rumbo a una pequeña casita a las afueras de Londres, de la maravillosa Londres. La familia Carter había decidido acojerme con total jovialidad, no sabía si tenían hijos o algo por el estilo, pero iba dispuesta a pasarmelo bien, mejor que bien, genialmente bien... Sonreí para mí y pasé las canciones de mi Ipod, y al ritmo de "Damned if I do ya, Damned if I don't" de "All Time Low", pasé los tres minutos de viaje que me faltaban para llegar a la estación dónde la familia Carter me recogería. Yo aun me seguía preguntando ¿cómo me encontrarían? ¿Pondrían un cartón con mi nombre cómo en los aeropuertos? Pff, todo esto era demasiado dificil de entender. Londres era diferente, Londres me apetecía más.
Me dispuse a bajar del metro con las maletas, una en cada mano, y la mochila colgada de mi hombro. La canción se estaba acabando, pude escuchar los últimos solos de guitarra perderse, y dio paso a otra canción, esta vez, "McFly" y su ya conocido por mi Ipod "One for the radio".
Cuando bajé del metro, había una familia apoyada al lado del aparatito ese para que tickasemos y pudiesemos pasar. Un hombre mayor, de unos cuarenta y cinco o cincuenta años, con una gorra de los Lakers, una camisa a cuadros abierta que dejaba ver una básica blanca de tirantes. A su lado, una mujer de cabello negro, rizado, y ojos verdes bien abiertos y expresivos, tendría cuarenta y pocos años. Y al lado de ellos, y algo más alejado de la puertecita esa, un muchacho alto, rubio, de ojos verdes y piel blanquecina (algo típico debido al tiempo que solía hacer en Londres), era alto, y guapo, tenía cierto aire de chulería que le quitó toda la magia de golpe.
Caminé hasta ellos, y cuando me vieron llegar y pasar por el aparatito, el muchacho codeó a su padre señalandome, y el hombre, con un inglés expléndido (que no era de dudar), me preguntó si yo era Natalie-
-Sí, soy yo-atiné a decir en inglés.-Podéis llamarme Net, todo el mundo lo hace-les expliqué con una sonrisa.
-Bien, vale. ¿Te parece si nos vamos marchando?-preguntó la mujer con una voz algo chillona.
Yo sólo asentí algo nerviosa, no sabía que decir, era la primera vez que iba a Londres...
-Aaron, porfavor, coge sus maletas, sé un buen chico-le exigió su padre mirando al muchacho, el susodicho, me miró de arriba a abajo antes de dignarse a caminar hacia mí.-Así me gusta.
-No hace falta-comenté imitando a Aaron y mirándole de arriba abajo.-Puedo yo sola.
-¿Ves, John? La chica puede ella sola-murmuró la mujer mirando cariñosamente a su hijo.-Dejémosla que lo haga ella sola.
-Pero Margaret-se quejó el hombre mirandola.-Hay que ser hospitalarios, la muchacha lleva muchas horas encima, y mira-me señaló cuando una de mis maletas se cayó al suelo.-No puede ni con su alma.
-Sí, es cierto-la mujer asintió tranquilamente.-Aaron, agarra sus maletas, y no repliques, hijo mío.
Aaron asintió de nuevo con la cabeza y me ayudó con las maletas mientras que John y Margaret se adelantaban a nosotros. Entre el muchacho y yo, se originó un silencio incómodo que al parecer, ninguno de los dos queríamos interrumpir. En un movimiento brusco que hice, los cascos del Ipod se desconectaron, y el altavoz empezó a sonar. Ahora sonaba "My generation" de "Simple Plan", Aaron se giró a mirarme.
-¿Te gusta Simple Plan?-preguntó sorprendido.
-Sí, son uno de mis grupos favoritos-expliqué sonriendo.-¿A ti también te gustan?
-Sí, los oigo desde que empecé a pasarme al Pop-Rock y tal... Son muy buenos para tocar la guitarra y la batería-explicó alegre.-No pensaba que a los españoles os gustasen música tan buena como esta.
-¿Piensas eso?-le miré interrogante.-Quiero decir, mucha gente en España escucha música inglesa, y a mucha gente le gusta Simple Plan, Green Day, McFly, All Time Low... No sé, a mi es que siempre me ha gustado más la música inglesa... Pero en España también tenemos buenos músicos.
-No sé, nunca he escuchado música española-se encogió de hombros.
-A lo mejor puedo ponerte música, cuando estemos en tu casa, te pongo alguno de mis grupos favoritos españoles-sonreí mirándole.
Aaron asintió con la cabeza y salimos del metro, cuando estuvimos fuera, vi un precioso BMW gris, dentro ya estaban John y Margaret.

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